Una espía incansable de lo que pasa en su cuerpo.Fuente: El Progreso
30/03/2011
Sufre desde la veintena una enfermedad que le fue oficialmente diagnosticada hace solo cuatro años, en la que ha invertido 12.000 euros e incontables energías en probar cuanto tratamiento posible tiene a su alcance.
Ejerce sobre si misma una vigilancia exhaustiva. Con la dedicación paciente de un ornitólogo agarrado a sus prismáticos para observar un pájaro raro, Loli López se vuelca sobre la peculiar especie que ha resultado ser. Tiene una enfermedad que juega al escondite, que aparece con distintas formas y en distintos lugares, que le ha condicionado la vida hasta límites inimaginables para ella hace unos años. Ha tardado mucho en ponerle un nombre. En realidad, también ha tardado en interesarse por ella