Una enfermedad de gente sensible .Fuente: Diario Información
22/11/2010
Adrián Martínez
Para que os hagáis una idea: salgo a la calle con una mascarilla de carbón activado. Y cosas tan livianas para los demás como el olor del suavizante o una colonia me pueden desencadenar una crisis de insuficiencia respiratoria (y en todo caso siempre me produce sintomatología, normalmente asociada al sistema nervioso central como vértigos, mareos, migrañas, pérdida de orientación y dificultad para hablar y pensar, aparte de alteraciones en la menstruación, extrema fatiga, pintitas y ronchas, confusión mental, estómago revuelto, malestar general, tripa hinchada y mucho más que te hace la vida muy, pero que muy difícilÉ). Por lo mismo, me es imposible oler tabaco, productos de limpieza -sobre todo lejías y amoníacos-, lacas, tintas de las letras de periódicos, revistas y folletos, la mayoría del papel -sobre todo si es reciclado por que lleva más componentes químicos que el normal- tubos de escape y un larguísimo etcétera. Por recomendación médica llevo ésta mascarilla y además necesito productos ecológicos de aseo personal y de limpieza del hogar, comida ecológica, agua mineralÉNo hacerlo así me supone un gran empeoramiento o una nueva crisis. Me afectan los pesticidas de la comida, el cloro del agua, los conservantes y colorantes, la comida en latas".